En esta ocasión, en Farmacia Poyatos del Pozo queremos hablarte en qué consiste exactamente la gripe y cómo se trata, además, claro, de cómo prevenirla. Esperamos que todas tus dudas estén resueltas al final de la lectura.

La gripe es una enfermedad infecciosa aguda de las vías respiratorias producida por un virus y se caracteriza por la elevada capacidad de trasmisión de una persona a otra.

Es un importante problema de salud a nivel mundial tanto por las complicaciones que produce en personas enfermas con otras patologías, como por la mortalidad que ocasiona en muchas de ellas, pero sobre todo, por los costes económicos y sociales que genera en cada temporada.

Se presenta en invierno, normalmente de forma epidémica, es decir, que nos solemos enfrentar a una estación en la que existe una gran actividad y circulación del virus por toda la población.

A día de hoy existen vacunas antigripales que son altamente seguras y eficaces para controlar el virus, pero tienen que actualizarse y administrarse anualmente, ya que una de las características más destacadas del virus es la alta capacidad de sufrir variaciones antigénicas, o lo que es lo mismo, de mutar, dando lugar a la aparición de nuevos virus frente a los cuales los seres humanos no tenemos protección.

¿Cómo se transmite el virus de la gripe?

El virus de la gripe se transmite por vía aérea. Cuando una persona enferma tose, estornuda o incluso habla, se expulsan unas gotitas que pueden ser inhaladas por otro individuo, quedando así infectado por el virus, y aunque no tiene por qué padecer la enfermedad, si puede transmitirla a otras personas. Por eso es tan importante taparse la boca al toser y estornudar.

Este microorganismo que ha entrado por la garganta, nariz o pulmones comienza a multiplicarse. Si es capaz de producir la enfermedad, los primeros síntomas pueden aparecer entre el día 1 y el 4 desde que el virus penetra en el organismo, esto dependerá de cada persona.

Las personas enfermas pueden transmitir la enfermedad desde un día antes que empiecen los primeros síntomas hasta 3 o 7 días después del comienzo de la enfermedad.

Hay otra forma de transmisión, aunque mucho menos frecuente, que se produce cuando una persona toca directamente una superficie que contenga el virus de la gripe y luego se lleva la mano a la nariz o la boca. De ahí la importancia de lavarse las manos con asiduidad, sobre todo en esta época del año en la que hay tantas personas contagiadas.

Síntomas de la gripe

La enfermedad producida por el virus de la gripe produce una sintomatología mucho más severa en la mucosa respiratoria que los diferentes virus catarrales, lo que provoca que a las pocas horas de la infección el tracto respiratorio se encuentre congestionado e inflamado.

Hay un cuadro clínico inicial muy típico que cursa con fiebre y escalofríos, acompañados de congestión nasal, dolor de cabeza, malestar general, dolor de garganta, dolores musculares, perdida de apetito y una tos seca.

La fiebre y los dolores musculares suelen durar de 3 a 5 días pero la congestión nasal y la falta de fuerza y energía pueden mantenerse hasta 2 semanas.

En las personas mayores de 65 años, además de los síntomas habituales pueden aparecer otros más específicos como son la dificultad respiratoria y las secreciones con esputo. Además como suelen ser pacientes que sufren diversas patologías, en ellos se pueden desarrollar otras complicaciones, fundamentalmente respiratorias, como son neumonías, bronquitis, sinusitis u otitis. También pueden padecer deshidratación y empeoramiento de enfermedades crónicas.

Por eso a este grupo de población se le recomienda la vacunación anual contra el virus de la gripe y beber mucha agua.

Los niños también son un colectivo a tener en cuenta pues entre sus síntomas más frecuentes están la otitis media y molestias abdominales.

Por último, a las personas que padecen enfermedades crónicas se le aconseja la vacuna, ya que debido a su delicado estado de salud, una simple gripe podría agravarles su patología.

¿Cómo se diagnostica?

La gripe puede ser difícil de diferenciar de otros virus respiratorios, ya que los síntomas iniciales suelen ser similares.

Por tanto, el diagnóstico suele ser clínico, al detectar en los pacientes signos y síntomas compatibles con los del virus dentro de un contexto adecuado, como puede ser la época del año o la temporalidad gripal.

Para ayudar a diagnosticar la enfermedad existen ciertas pruebas de laboratorio que se realizan por distintas técnicas como son aislamiento viral, detección de ácidos nucleicos, proteínas virales o cuantificación de anticuerpos en sangre.

El mejor tratamiento

El tratamiento de la gripe es sintomático, es decir, va dirigido a tratar los síntomas que provoca la enfermedad, ya que el virus en si no es directamente combatible.

Se suelen utilizar medicamentos analgésicos como el paracetamol o ibuprofeno. También se dan una serie de recomendaciones como pueden ser:

  • Descansar
  • Beber abundantes líquidos
  • Extremar medidas de higiene para evitar contagios
  • Lavarse las manos
  • Taparse la boca al toser o estornudar
  • No dar aspirina a niños ni adolescentes (puede provocar síndrome de Reye)
  • Intentar no asistir a centros educativos o lugar de trabajo

Además, actualmente, existen cuatro tipos de antivirales eficaces frente al virus de la gripe que son: Amantadina, Rimantadina, Zanamivir y Oseltamivir.

Estos fármacos, si se dan en los primeros días tras el inicio de los síntomas, pueden reducir la duración de la enfermedad. Pero, debido a los importantes efectos adversos que pueden provocar, es necesario que sean recetados por el médico.

¿Cómo prevenirla?

La vacunación de la gripe es el método más eficaz para prevenir la enfermedad. La Comisión Nacional de Salud Publica recomienda vacunar a:

  • Mayores de 65 años
  • Menores de 65 años que presenten alto riesgo de complicaciones como:

-Niños o adultos con enfermedades crónicas

-Niños y adultos con enfermedades metabólicas, insuficiencia renal, hepáticas…..

-Residentes en instituciones cerradas, a partir de los 6 años.

-Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación.

  • Personas que pueden transmitir la gripe a aquellos individuos con alto riesgo de presentar complicaciones.
  • Otros grupos:
  • Fuerzas y cuerpos de seguridad del estado
  • Bomberos
  • Protección civil
  • Personal sanitario
  • Trabajadores de instituciones penitenciarias

No se aconseja la vacunación de:

  • Personas con alergia al huevo o hipersensibilidad a la proteína de huevo.
  • Pacientes que hayan sufrido una reacción alérgica severa en una vacunación anterior.
  • Niños menores de 6 años.
  • Individuos con enfermedad aguda que curse con fiebre alta. En estos casos hay que esperar que remitan los síntomas.